IA y experiencia de usuario: un romance potencialmente infinito

‍^{Escrito por el equipo editorial de Samaipata}

A rebufo de modelos fundacionales como ChatGPT o Midjourney, las startups tienen la oportunidad de diseñar sus propias capas de software sin necesidad de recurrir a grandes cantidades de capital. 

Aunque las cifras varían según la fuente emisora, el consenso es extraordinario: desde la propia fundación de internet y el posterior desembarco del smartphone, no ha existido para la humanidad un seísmo tecnológico comparable al que representa la inteligencia artificial. 

Ya en 1950 Alan Turing aplicó una lógica aplastante en su artículo Computing Machinery and Intelligence: si el sapiens es capaz de utilizar la información disponible y su capacidad de raciocinio para resolver problemas y tomar decisiones, ¿por qué no iban las máquinas a hacer exactamente lo mismo?

La curva evolutiva se acelera con la penúltima iteración de ChatGPT (noviembre de 2022) y la participación en la carrera de la IA generativa de los grandes players tecnológicos mundiales (Google con el proyecto Gemini, Microsoft con Copilot) y también deja huella en los mercados.

Sólo en 2023, Crunchbase identifica 15 unicornios extra en la esfera de la IA. Casi la mitad (7) se reparten entre grandes modelos de lenguaje y vídeo: Cohere (435 millones de dólares levantados), Zhipu AI (China, 342 millones), Light Years Beyond (China, 280 millones), AI21Labs (Israel, 274 millones), Runway (EEUU, 237 millones), Imbue (EEUU, 232 millones) y Synthesia (Reino Unido, 157 millones).   

El 2023 cerró con un dato incontestable: pese a la caída generalizada de la inversión, la IA movilizó en todo el mundo cerca de 50.000 millones de dólares, según Crunchbase, un 9% más que en 2022. Aunque los modelos fundacionales son los que exigen más gasolina, esas súper estructuras de inteligencia artificial permiten a startups de menor tamaño crear capas adicionales con funcionalidades muy útiles para otras empresas. Entre ellas destaca el redimensionamiento de la experiencia de usuario. 

La casuística es potencialmente infinita. Sirva como ejemplo la propuesta de GPTadvisor, un B2B que incorpora las posibilidades de la IA generativa al sector financiero con un ramillete de servicios (asesoramiento, gestión de carteras, venta de productos de inversión) que cada banco puede proponer a posteriori a sus clientes. 

‍Salvador Mas (CEO) explica que la startup recurre al bastidor de Azure (Microsoft) y GPT 4 para acoplar ahí su software. “GPT es bueno leyendo, escribiendo, traduciendo y resumiendo. Es un algoritmo que ponemos en nuestra aplicación. El éxito de los proyectos corporativos pasará por hallar un equilibrio entre lo que hace la IA fundacional y lo que hacen las startups que se apoyan en ella. GPTadvisor garantiza siempre la privacidad de los datos y ejecuta tareas más técnicas como los cálculos de rentabilidad o la estrategia de diversificación de inversiones”, describe el CEO. 

Además de peinar datos, GPTadvisor auxilia a las entidades financieras en la construcción de una narrativa que ponga en valor sus productos y ayuda al cliente final a resolver dudas sobre su cartera. Paralelamente, la empresa con sede en Valencia trabaja en un SaaS para asesores independientes cuyo mercado natural está en EEUU y Reino Unido, donde esa figura es habitual. 

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Hacer mucho sin billions
‍‍Vidext es una firma bilbaína cofundada y liderada por Jon Enríquez y especializada en la generación de vídeos con IA en apenas cinco minutos. Es capaz de crear casi desde la nada, a partir de ideas y frases, o puede nutrirse de “contenido plano” (pdf, ppt, imágenes) para elaborar una propuesta; trabaja en varios idiomas; diseña avatares y estrena plantillas nuevas cada semana. 

“Arrancamos en 2021 en una atmósfera de desconfianza desde las empresas, pero sólo dos años después ocurre justo lo contrario: están volcadas con estas herramientas porque han entendido que multiplican la productividad”, reflexiona Enríquez. 

Actualmente, Vidext negocia una ronda de inversión de dos millones. Esta cifra puede parecer insignificante comparada con las de Cohere o Runway. “Por un lado están las capas base de la IA y luego vienen las apps que trabajan sobre ellas y ahí es donde nos encontramos nosotros. La clave es suministrar a las compañías herramientas para que mejoren en su día a día. Entrar en ese mercado con menos capital es perfectamente factible”. De hecho, la startup vasca suma ya 70 clientes en 30 países. 

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Una web camaleónica
‍Enso debuta en 2023 desde Madrid con otra fórmula mágica bajo el brazo: un B2B SaaS centrado en ofrecer al e-commerce una interfaz generativa. José García Vidal (CEO) lo explica así: “La información disponible para el consumidor cuando accede a la página de un e-commerce es estática y no se adapta a sus necesidades. Gracias a la IA, Enso es cómo si fabricase tantas versiones de la tienda online como personas la visitan, desde su app”. 

Para comprender mejor la propuesta de valor, nada mejor que un caso real. “Segle Clinical es uno de nuestros clientes en el sector de la cosmética. Vende hasta 14 tratamientos antiacné y no todos son aptos para adolescentes. En una compra normal, el consumidor tendría que revisar todas las fichas para determinar cuál es la crema adecuada. Con nuestra app puedes plantear tus dudas con un mensaje y éste te remitirá al producto que buscas, omitirá la información innecesaria y reescribirá la que sí es relevante para el comprador”. 

García Vidal advierte que “un error muy típico es pretender aplicar la IA a todo”. En realidad, matiza, “sólo hay que añadirla en ámbitos muy específicos. Las startups de este vertical tienen la oportunidad de desarrollar funcionalidades más pequeñas, con mejores resultados, a un menor coste y con mayor rapidez”. Las tiendas que recurren a Enso convierten cinco veces más clientes que aquellas que aún confían en el site estático, apunta el CEO.

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De la palabra al fotograma

Similar a Vidext es la aproximación de la estadounidense Elai, capaz de convertir cantidades ingentes de texto en vídeo. “Por ejemplo, si los clientes tienen cientos de documentos de texto almacenados offline o publicados en la web, pueden transformar automáticamente ese material en vídeos simplemente pegando en nuestra herramienta dichos documentos o la URL proporcionada. Además, como función adicional, nuestros clientes pueden aprovechar nuestra integración con ChatGPT para generar guiones de [cursos de] formación dentro del editor de Elai”, afirma Vitalii Romanchenko, CEO y cofundador. 

Por último, la API de streaming de la startup permite a los usuarios entablar conversaciones interactivas con avatares digitales en tiempo real, lo que resulta perfecto para la formación en soft skills y el aprendizaje basado en escenarios.

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Viajar al alma del cliente

Barcelona también acoge a Chatty Insights, “una herramienta para mejorar la comprensión de las preferencias de los clientes, facilitando conversaciones significativas sobre lo que les gusta y lo que no de los productos”, sintetiza el cofundador Pietro Ferracini.

Este planteamiento constituye un activo muy valioso para las empresas, especialmente en los sectores B2C con grandes bases de clientes, ya que habilita una comunicación a escala. “Una característica exclusiva de Chatty Insights es la amplia personalización de sus agentes de IA, permitiendo a las compañías adaptar los recursos y agenda del bot que entrevista al cliente”. Por otra parte, “la plataforma incluye análisis avanzados que permiten una visualización rápida y eficaz de los datos cualitativos a través de un cuadro de mandos cuantitativo que acelera la toma de decisiones”.

‍Valentino Majdandjic, también cofundador de Chatty Insights, lanza un pronóstico sobre cómo la IA modulará la fuerza laboral en los próximos tiempos. “Utilizar herramientas que aumentan la productividad se ha convertido en la norma para cualquier profesional moderno. En la era de ChatGPT y Midjourney, es probable que aquellos que tengan un rendimiento aceptable en sus campos vean cómo se automatizan sus funciones a medida que la IA sigue sustituyendo las tareas rutinarias y estándar. Simultáneamente, las superestrellas destacarán aún más, ya que la IA sirve como multiplicador de su rendimiento y experiencia”.

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